Todo empezó el año pasado… un hogar para personas de la 3º edad de Bilbao nos pidió ayuda para poder abastecerse de artículos de primera necesidad porque la situación pandémica les estaba abocando a no tener lo básico. La comunidad educativa (alumnado, familias y personal del cole) nos volcamos en poderles ayudar y la respuesta fue todo un éxito.
Hace dos meses, volvimos a recibir una llamada a la solidaridad. El cole, una vez más, se pudo manos a la obra para ayudar pero, en esta ocasión, fueron los grupos de voluntariado los encargados de desarrollar por su propia mano la acción en una ApS (Aprendizaje y Servicio). Fue ese momento en el que empezó el proceso.
Primero fue recabar toda la información necesaria y coordinarnos con la directora de la otra entidad. Tras esto, nos organizarnos en grupos para pensar los tiempos y a quienes iba a ir dirigida la campaña, quienes iban a estar llamados a colaborar con nosotros y nosotras. La acción iría dirigida al personal del cole. El siguiente paso fue diseñar el cartel y distribuirnos en comisiones de expansión para transmitir en persona lo que necesitábamos. Colocamos en los dos edificios unos contenedores en lugares estratégicos y comenzamos la recogida con una duración total de dos semanas. Finalmente recogimos, clasificamos, cuantificamos y organizamos todo lo que se aportó en pequeños equipos. ¡Lo pasamos fenomenal!
Una última llamada hizo realidad la entrega a agentes voluntarios de la otra entidad (las Hermanitas de los Pobres). Nuestra labor estaba completa. Nos reunimos por última vez para intercambiar las diferentes impresiones sobre todo el proceso. Nos sentimos realmente felices y orgullosos de poder ayudar, saber que somos parte de la felicidad de los demás. Un aprendizaje que nos llevaremos y que nos motiva a seguir con nuestra labor voluntaria. No ha sido solo el último ApS… algo más…