Volví al colegio justo después de acabar la carrera cuando habían pasado escasos seis años que yo estaba allí sentada como alumna. Desde el primer día supe la responsabilidad que suponía enseñar y formar a las futuras generaciones.
Ahora 38 años después he de agradecerles que me hayan proporcionado una experiencia profesional y personal enriquecedora e insustituible. Siento que estar con jóvenes me ha dado su alegría, su cariño y el constante avance que acompaña su crecimiento.
He ido evolucionando a la vez que crecían los edificios del colegio y el esfuerzo de renovación que siempre ha habido en el centro. He conocido a compañeros con los que he tenido la suerte de compartir trabajo, risas y viajes juntos. Además, el paso por el colegio me ha dado a mis mejores amigas , ¡qué más puedo pedir!.
También deseo hacer una especial mención y dar las gracias a las muchísimas familias con las que he compartido la evolución de sus más preciados tesoros. No sólo he tenido su apoyo sino también su cariño.
Sólo puedo expresar agradecimiento a todos las personas con las que he estado, que no han sido pocas, y especialmente a esos jóvenes que han sido objeto de mi dedicación y preocupación.
Mucha suerte a todos los que continuáis con la tarea que ahora dejo porque la aventura, afortunadamente, continúa.
Un abrazo y hasta siempre a todos,
Maite zaituztet!
Cristina Aguirre, pitxin o txiki para mis niños.