Algunas de las que hoy somos o podríamos ser abuelas de los niños de primaria recordamos a la “monja de los chicos” como la llamábamos quienes asistimos al colegio del Puente en Deusto y del que nació el Madre de Dios de Enekuri.
Sesenta y siete años de vida religiosa. Sesenta y dos en docencia o servicios a ella y de ello cincuenta y tres vividos en el Madre de Dios de Bilbao. ¡Bien se merece Sor Puri un especial reconocimiento!
Nació en Canalejas, provincia de Valladolid. Todas la conocemos por Sor Puri y pocos sabéis que ese no es el nombre que le puso su padre; Sor Purificación se llama, de verdad de la buena, Herminia Velasco Cano y ella lleva con mucho orgullo su “Velasco” porque tiene el mejor recuerdo y profunda veneración por su padre, Don Antonio, castellano viejo que quedó viudo muy joven y sacó adelante su casa de cinco hijos, todos pequeños a los que él, hombre de campo se esforzó por dar el cariño y la educación que hubieran dado entre él y su esposa Doña Teodora. Cuando Sor Puri habla de su padre no sabes si está hablando de un padre, un maestro o un cura, lo que sí ves es que se le iluminan los ojos y se le ensancha el corazón.
De su madre tiene pocos recuerdos porque se fue al cielo siendo ella muy niña pero lo que está claro es que los recuerdos entorno a su partida la dejaron marcada y es superior a sus fuerzas ponerse cualquier prenda de color negro.
Sor Puri hace honor a su sangre y ha demostrado ser mujer recia, austera y constante. Ha puesto siempre alma y vida en lo que se le ha encomendado y su corazón está lleno de nombres. Tú puedes preguntarle por cualquiera de tantos niños como han pasado por su aula y te sabe decir cómo era, quiénes son sus padres y si son también parientes de fulanito, aquellos que tuvieron tal o cual situación. Sor Puri es la memoria de los últimos cincuenta años del Madre de Dios.
¿Qué me decís de su participación en los carnavales del colegio? Ha sido cada año la expectación del claustro y personal: “¿Cómo nos sorprenderá este año Sor Puri?”. Nunca nos ha defraudado; cada año ha superado nuestra capacidad de admiración.
En la comunidad religiosa es la vigía espontánea que da los avisos que hablan de lo que lleva en el corazón: “hoy es el cumpleaños de … -cocinero, profesora, administrativo, etc-”. Es la que nos ayuda a encomendar al Señor a los que comparten la vida con nosotras.
Dios le está regalando una ancianidad privilegiada y a sus 89 años, diariamente, baja al edificio de Infantil, hace su visita a la sala de profesores, saluda algunos aitatxus o aitites que viene a traer a sus niños y tiene siempre un gesto o una palabra de saludo o ánimo.
Queremos dar gracias a Dios por esta bendición que es y ha sido Sor Puri para tantos como vivimos en el entorno de la Comunidad educativa Madre de Dios; darle gracias por el testimonio de vida de una mujer consagrada a Él en el servicio de la educación y la presencia.
Queremos reconocer y honrar abiertamente a Sor Puri por su capacidad de entrega y servicio.
Queremos felicitar a la Comunidad religiosa por la calidad espiritual y humana de esta hermana Esclava de la Eucaristía.
Queremos decir con las mismas palabras de Sor Puri: ¡Ánimo. Hoy es un día maravilloso. Vamos adelante!
Gracias. Felicidades. Gracias.
Cuando apenas tenía tres años, acudí por primera vez al colegio. Mis padres habían decidido que estudiaría en Deusto en el antes llamado esclavas de la santísima eucaristía y de la madre de dios. Todo era nuevo, diferente pero aún tengo en mis recuerdos la sensación que en ese momento me invadió. Por primera vez veía a una monja, esos hábitos negros hacían llorar a muchas niñas, yo no tengo ese recuerdo, podía con eso y con más, jajaja. En seguida fui conociendo a las personas que formarían parte de los próximos 15 años…y ahí estaba Sor Puri, tan pequeña de estatura pero a la vez como imponía. Recuerdo que muy pronto conectamos y lo mismo yo sabía que nunca la olvidaría hoy a mis 44 años tengo el honor de ser reconocida por ella. Mis travesuras, mis desacertadas contestaciones le volvían loca, aveces después de una fechoría y llevarme mi merecida re gallina, se daba la vuelta para que yo no la viera reírse, por más q lo intentaba no podía conmigo, pobre mujer como me acuerdo….le deseo lo mejor del mundo, me encantaría q supiera q nunca la olvidaré, que forma parte de mi vida y de mi formación y darle las gracias porque al final, valió la pena. Me encantaría q leyera estas palabras q escribo envueltas en tanto cariño, tanto como ella merece.
Un beso enorme, Sor Puri
Paula Zorrilla.
Toñi, dale un gran abrazo en nombre de las venezolanas que tenemos el privilegio de conocerla. Que Dios la bendiga!
Querida sor Puri, no te olvidaré. Goian bego!
Para mi fue un ejemplo a seguir, le recordare toda mi vida, feliz viaje.